
17 Dic 2015 «Tenemos el programa para modernizar este país. Y ya hemos demostrado que podemos hacerlo»
DIARIO DE NOTICIAS – Después de tres décadas a caballo entre la actividad profesional privada y el servicio público, Jesús Mari Fernández Díaz se lanza a la arena política con la ilusión del que empieza. «Estoy con muchas ganas, me siento muy cómodo. El programa del PSOE es muy sólido y cumple todos los ámbitos para salir de esta crisis reforzados. Y creo que los resultados validarán que el PSOE es la opción de izquierda en España que puede gobernar», explica en la sede del paseo de Sarasate, donde se celebra la entrevista y en la que defiende que tanto Navarra como España necesitan «una alternativa de izquierdas fuerte y que defienda el modelo de autogobierno tal y como está recogido en la Constitución».
En un contexto cíe descenso continuo de votos, ¿cuál cree que sería un buen resultado el domingo para el PSOE en Navarra?
Hay dos fuerzas emergentes, así que nadie puede esperar resultados como los de 20110 los de 2008. Es complicado y hay que incluirlo en la quiniela, Además, el PSOE es casi el único que se presenta únicamente con sus propias siglas frente a otros que van en coalición: en ese escenario, tener el diputado y ser la primera fuerza de la izquierda sería bueno.
¿Le gustó el tono de Pedro Sánchez en el cara a cara con Rajoy?
La gente necesita ver en sus líderes capacidad de sintonizar. Y Pedro Sánchez dijo lo que casi todos los españoles dicen de Rajoy en la calle. Que hasta de corrupción, que es una cosa insufrible. Esta misma semana hemos visto dos casos, con un diputado agarrándose con uñas y dientes a la lista y sin dimitir.
¿Qué ha hecho el PSOE mal para que le crezca Podemos?
No creo que el PSOE haya hecho nada malo. En realidad la aparición de fuerzas nuevas refleja un cambio de era política en Europa. Con distintas formas, esto ha pasado en Italia, Francia, Reino Unido… Afortunadamente en España no ha adquirido un tinte nacionalista o xenófobo. Hay un cambio ele era en la política europea. Los partidos tradicionales son fuertes, van a seguir siendo la columna vertebral de la política, pero tienen que aprender a hacer política de ‘flanera diferente. En ese sentido, que aparezca una fuerza por la izquierda tampoco es una novedad. Existía Izquierda Unidad, ahora Unidad Popular o el PCE, que siempre ha sido una fuerza testimonial de izquierdas.
Pero Podemos parece otra cosa, bastante más transversal.
Podernos es una versión más de esa izquierda con la que el PSOE simpatiza y comparte diagnósticos. Pero nuestro programa es viable y cuando hemos gobernada hemos hecho avanzar a España. Lo otro son ilusiones, Como dice José Múgica, el pecado de la izquierda es el infantilismo y para mí Podemos es la izquierda infantil.
¿Cómo se combate el problema de credibilidad que tiene el PSOE?
Se combate explicando las cosas. Y hay que entender que en 2008-2009 se produce una crisis sistémica que se desborda desde Estados Unidos. Y eso le toca administrar al PSOE, al final de los ocho años de Zapatero. Pero cuando uno analiza toda la gestión de Zapatero se ve que es una gestión de éxito. España nunca tuvo más superávit, los avances sociales en sanidad y dependencia nunca han sido mayores, igual que en las políticas de igualdad… En los dos últimos años hubo que administrar una situación muy grave, pero se consiguió que España no fuese rescatada.
Esa criatura tiene varios padres, porque Mariano Rajoy también reclama el mérito del no rescate.
No, no no. Lo dice pero no es así. A España el abismo le llego en 2008 y 2009. Yo entré de viceconsejero del Gobierno Vasco en 2009 y nos encontramos con que los ingresos del Gobierno bajaban un 23%.
¿No cuesta distinguir a veces entre las políticas del PSOE y las del PP?
No tiene nada que ver. El modelo liberal, que consiste en desregular la economía y eI mercado laboral y esperar que solo con eso las empresas van a crear empleo y vamos a crecer, mejorará el consumo, bajaremos impuestas. Ese modelo no ha funcionado en ningún país. Y hay un modelo socialdemócrata, que mantiene la economía de mercado, pero hace más activo el papel del estado, con programas de infraestructuras, legislación laboral que proteja a los trabajadores, impulsando planes de renovación industrial y tecnológica. Todo eso es lo que llevarnos en el programa. El PSOE ya lo hizo, yo viví los años 80, cuando Felipe González entró a gobernar y lo primero que tuvo que hacer fue devaluar la peseta, con una situación muy compleja.
Por otra vía, la de la reforma laboral, ahora también se ha aplicado una devaluación de costes…
Se ha hecho una devaluación salarial, pero lo que nosotros decimos es que hay que aprovechar una situación económica favorable, con el barril de petróleo bajo y con crecimiento, para hacer la modernización que la economía española necesita. Tener una economía que compita con Francia. Alemania y los países nórdicos. La devaluación solo buscar convertir a España en competidora de Marruecos y China.
¿Cuál es la primera medida que le gustaría votar en el Congreso de los Diputados en caso de que su partido tenga responsabilidad de Gobierno?
Los problemas de España son demasiado complejos para una sola medida. Yo digo que tres: convocar a los agentes sociales para elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajado-res que devuelva la negociación colectiva a la sociedad española; convocar a la comunidad económica y a las comunidades autónomas para un pacto por la educación; convocar a todas las fuerzas políticas para una reforma de la Constitución.
Son convocatorias, no medidas,…
Sí. La realidad es que son problemas de Estado y requieren grandes consensos también entre agentes sociales. El próximo Parlamento no va a vivir mayorías absolutas, así que hay que buscar acuerdos con otras fuerzas.
¿Se ve formando una gran coalición con el Partido Popular?
No. Ahora no veo ninguna posibilidad de hacer en España una gran coalición.
Pues las encuestas anticipan un panorama de pactos complejo
Cuando uno mira a la derecha se encuentra con un PP muy desgastado, no solo por la corrupción, sino por su falta de ideas. En su programa no hay medidas, es simplemente un desideratum que no se cree nadie. Ciudadanos es derecha pura y dura, solo que más fashion. Pero tiene más propuestas, como el contrato único o el complemento salarial, que es profundamente regresivo: acepta un modelo precario con 12 días de indemnización, aceptan-do salarios bajos que el Estado tiene que completar.
Entre 2008 y 2010 las empresas despidieron a cientos de miles de trabajadores eventuales, solo porque eran más baratos. Pero no tenían por qué ser los peores ni los menos productivos o menos innovadores, ¿No es necesario un cambio en la legislación laboral?
En realidad, en los últimos cuatro años ha pasado lo contrario, con más destrucción de empleo fijo…
Pero no en los primeros años de la crisis, cuando pasó lo que le decía
A las empresas les sucedió como al Gobierno, que hubo que hacer un ajuste rápido.
¿Y qué plantean ustedes?
Nosotros contarnos con un programa de transformación económica, que llamamos Economía 4,0. Y planteamos más regulación laboral que hasta ahora, reduciendo a tres las modalidades de contratos; indefinido, temporal y de formación o relevo. Y todo ello acompañado de una subida del SMI hasta 1.000 euros en los próximos ocho años.
Hay muchas personas a las que este programa de modernización del país les queda lejos. Que no pueden encender la calefacción por-que en su hogar no entra dinero. ¿Qué plantea el PSOE para ellos?
Es un tema preocupante. Hay un sector al que hay que activar para que sea capaz de buscar empleo, porque pueden regresar al mercado de trabajo. Son 700.000 personas y necesitan un plan de choque que les dé competencias para buscar trabajo o seguir un nuevo itinerario educativo. Nos comprometemos a duplicar las políticas activas de empleo. Y además hay gente que no es incorporable al mercado de trabajo. Y para ello planteamos un programa de ingreso mínimo vital.
¿De qué estaríamos hablando?
Hablamos de una renta mínima que comience con una prestación no contributiva de la Seguridad Social vinculada a hogares con menores que no tienen ingresos.
¿Cómo se paga?
Queremos hacer una reforma fiscal para que mejore la tributación del Impuesto al Patrimonio y el de Sociedades, que se ha caído en los últimos años, debido en parte a la elusión fiscal que hacen las empresas de manera a veces legal. Y también con una fiscalidad verde que aumente los impuestos a quien contamine. Y por último, un plan contra el fraude fisca l. Con todo ello calculamos que se puede recaudar en torno a 100.000 millones más en cuatro años, de los cuales 25.000 vendrían de luchar contra el fraude y 70.000 por modificaciones tributarias.
Plantean subir impuestos, algo que critican en Navarra.
Nuestra modificación del IRPF afecta solo a rentas de más de 60.000 euros. Y la del Gobierno de Navarra ataca a rentas más bajas. Junto a ello, la modificación de Sociedades y Patrimonio, sobre todo en lo que tiene que ver con los bienes empresariales, tiene que ser armonizada con el resto de los territorios. Porque, si no, es muy sencillo que haya una fuga de capitales.
Hablan de luchar contra el fraude. Pero han gobernado durante 21 años y España, al igual que Navarra, tiene la mitad de trabajadores de Hacienda por cada 100.000 habitantes que Alemania.
Estoy de acuerdo. No ha habido una política eficaz para combatir el fraude, que se produce en un entorno cultural y político que en los países mediterráneos es diferente del nórdico. Por eso proponemos que, además de dotar de recursos a la ciudadanía, se apliquen medidas educativas, por ejemplo en la asignatura de la Ciudadanía. Y planteamos prohibir las amnistías fiscales.
¿Qué siente cuando ve a un político tomar la puerta giratoria hacia un consejo de administración?
Tiene que haber una regulación estricta sobre ello que evite conflictos de intereses para que nadie se beneficie de una empresa sobre la que antes ha legislado. Pero hay que ser rigurosos y cautos a la hora de regularlo, porque no podemos hacer parlamentos de funcionarios, que son los únicos que tienen la oportunidad de volver a su trabajo. Yo vengo de la economía privada y es bueno que las personas con actividad empresarial puedan entrar en la política.
¿Podemos llamar trabajo a integrarse en el consejo de una empresa filial de Telefónica, como ha hecho la expresidenta Barcina, por ejemplo?
No lo sé, hay mucha casuística… Lo fundamental es evitar el conflicto de intereses.
¿No da todo una sensación de compadreo entre amiguetes?
Lo esencial es que los políticos pueden demostrar que su reinserción laboral no es debido a decisiones que han tomado antes y que exista una cierta razonabilidad entre el puesto al que vaya sus competencias profesionales.
¿Cómo valora estos meses del nuevo Gobierno de Navarra?
Se ha reflejado lo que es. Es un Gobierno que está en manos de Bildu, cuya presidenta está atada de pies y manos a Bildu. Y tanto Podemos como Unidad Popular están desdibujados. El rescate social que plantea Podemos es aplicar la renta de inserción social aplicada en 2012 y aun estamos esperando al pleno sobre el empleo en el Parlamento foral. Por lo tanto, suspenso rotundo.