
25 Ene 2018 LOS SOCIALISTAS ACUSAN A LA CONSEJERA DE EDUCACIÓN DE MIRAR HACIA OTRO LADO CUANDO CENTROS EDUCATIVOS ESTÁN REDUCIENDO LAS HORAS DE INGLÉS DEL PAI INCUMPLIENDO LA NORMA VIGENTE
El portavoz socialista de Educación, Carlos Gimeno, asegura que la Consejera de Educación, María Solana, está permitiendo que centros educativos reduzcan las horas de inglés del PAI sin cumplir con la norma elaborada por el propio gobierno nacionalista. Una normativa que establece que los centros con programas de aprendizaje en lenguas extranjeras deberán elaborar y/o mantener actualizado un proyecto lingüístico que sirva de referencia y continuidad para las decisiones relativas a la enseñanza de lenguas. En ese proceso deberá ser consultado el Consejo Escolar del centro, el único órgano de participación de padres, madres y administraciones locales en este procedimiento.
Pues bien, Gimeno señala que algunos centros que han reducido sesiones están en proceso de elaboración del proyecto, o no lo tienen o no han convocado al Consejo Escolar para abordar este tema, tal y como exige la norma. Y la Consejera de Educación lo sabe pero, como dice Gimeno, “mira para otro lado” porque el PAI no le gusta. María Solana no ha desmentido las afirmaciones –documentadas- del socialista.
Además, y como recuerda el PSN-PSOE, si con la LOMCE los Consejos Escolares pasaron de decisorios a consultivos, ahora con el Gobierno de Navarra, además, son “incompletos”, ya que no se está convocando a los ayuntamientos.
Como explica Gimeno, el problema de fondo es que el ejecutivo foral ha fiado la gestión del PAI a la autonomía de los centros sin pensar en su propia corresponsabilidad. Y, con ello, lo que está haciendo es “dejar a los pies de los caballos” a dichos centros.
Y es que el Departamento de Educación, dice el socialista, está permitiendo un PAI descompensado y lo está haciendo al recortar recursos, sobre todo en los centros que se han incorporado al programa en los últimos años. Muchos de estos centros son rurales, de zonas especialmente desfavorecidas, y con un alumnado que no tiene otras alternativas, lo que está generando importantes desigualdades.
“No nos gusta su norma foral”, ha dicho Gimeno a Solana, “pero, por lo menos, debería hacer que se cumpla”.