
06 Oct 2017 INTERVENCIÓN DE MARÍA CHIVITE EN EL PLENO MONOGRÁFICO DE LA RIBERA DE NAVARRA
Gracias Presidenta, bienvenidos y bienvenidas a quienes hoy nos acompañan, especialmente a quienes han venido desde la Ribera. Alcaldes, alcaldesas, concejales y cargos municipales.
Hoy nos dirigimos especialmente a unos 150.000 navarros y navarras de la Ribera. Y, al contrario de lo que ha hecho el PP, no queremos contraponer zonas sino de lograr la cohesión territorial.
Si en algo probablemente estaremos de acuerdo muchos de los que hoy estamos aquí es en que la Ribera de Navarra es la zona más desfavorecida de nuestra comunidad. Así lo señalan numerosos indicadores socioeconómicos.
Pongo dos datos clarificadores: el paro según la EPA es del 11,65 por ciento, y que más del 32% de la población está por debajo del umbral de la pobreza.
Pero más allá de estos números sobre todo nos lo dice la realidad del día a día. Y quienes tenemos la oportunidad de estar en la Ribera damos fe de que eso es así. Lo vemos en los colegios, lo vemos en la atención sanitaria, y lo vemos también en la desoladora situación en la que están muchos polígonos industriales de nuestros municipios.
Llevamos muchos años alertando de la situación y pidiendo y proponiendo soluciones. Pero lo cierto es que la Ribera sigue estando en una situación peor que el resto de zonas de Navarra y a la espera de medidas que, o no llegan, o llegan tarde, o llegan de manera insuficiente.
La responsabilidad de hacer efectivo el impulso que necesita es de las administraciones y de los distintos agentes que de un modo u otro forman parte de la actividad social y económica de la ribera. Por tanto, se hace preciso un trabajo conjunto que esté por encima de otros intereses que no sean el interés general de los riberos y riberas.
Desde el ámbito local, ayuntamientos como el de Tudela, que es el que más población tiene, ha dado un salto importante esta legislatura en los planteamientos pero también en las políticas públicas que está desarrollando. Poniendo el acento mucho más en las preocupaciones de la ciudadanía y en los servicios más cercanos que con UPN estaban relegados.
También las mancomunidades y entidades públicas de la zona están tratando de mejorar la prestación de servicios, buscando la eficiencia unida a un planteamiento más sostenible económica y medioambientalmente. Pongo por caso el de la Mancomunidad de la Ribera.
Y por supuesto asociaciones, organizaciones y entidades están también trabajando en un buen diagnóstico y en propuestas. Cito al Consorcio Eder o a las distintas asociaciones de empresarios.
A todos estos agentes de la Ribera hay que sumar el Gobierno de Navarra, que es el principal para cuestiones de gran calado que trascienden las competencias municipales y que quedan bajo el paraguas de la acción del Ejecutivo.
Y, como iré desgranando a continuación, queda claro que en estos dos años y medio de legislatura el Gobierno ha hecho gestos y ha dado algunos pasos, pero a todas luces insuficientes porque la Ribera necesita algo más que parches.
Necesita soluciones integrales y de conjunto que abarquen todos los ángulos porque el desarrollo y el crecimiento no pueden venir solo de un lado. Son un todo.
EMPLEO
Empezaré por la que es la principal preocupación de la ciudadanía, el empleo, que lo es de toda la ciudadanía en general, pero más si cabe en esta zona de Navarra.
El empleo es sin duda una de las claves para el desarrollo de una sociedad o una región. Y resulta que los datos nos dicen que la Comarca de Tudela tiene la tasa más alta de paro de toda la Comunidad Foral. Si tomamos como referencia el último trimestre de 2016, vemos con claridad cómo en esta zona, según la EPA, estamos en un 11,65%, frente al 10 por ciento de la media navarra.
Además, desde el año 2007, la tasa de paro ha subido más de 7 puntos, frente a los 5,73 de la media general.
Recomiendo la lectura del informe hecho público el mes pasado por el sindicato CCOO, donde se ve muy bien esa foto del empleo.
La crisis se ha cebado de manera especial con la Ribera, es donde más empresas se han destruido (401) y a esto hay que sumar el impacto que ha tenido en el empleo la caída brusca de actividad en sectores como la construcción, que tenían un peso importante.
Todo esto unido, hace que con la crisis económica, la situación haya empeorado notablemente, sin que de momento se atisbe una recuperación que permita ser optimistas a la hora de pensar en una evolución muy positiva en poco tiempo.
Es cierto que sectores como el agroalimentario, la industria en conjunto, tienen un peso incluso mayor que en el resto de Navarra, pero es evidente que no es suficiente, porque aún siendo así, se han perdido un 6,2 por ciento de empresas en industria y energía.
Por tanto, y por no dar demasiados datos, la conclusión es que se hace urgente fortalecer el tejido productivo y actuar en ámbitos muy concretos.
Los socialistas ya propusimos esta legislatura un Plan Industrial para Navarra, que esté en el marco de la Estrategia de Especialización Inteligente y por supuesto vinculado a ese Plan de Empleo que también urge pero no llega. Y aquí es el Gobierno el directamente responsable de que estemos perdiendo demasiado tiempo en cuestiones básicas para el desarrollo de toda la comunidad, y, como vemos, especialmente de las zonas con más dificultad.
Pero no solo hace falta crear empleo. Tiene que ser un empleo de calidad, con salarios dignos, y empleo estable en el tiempo. Vuelvo a insistir en lo que tantas veces hemos pedido, un Plan de Calidad en el Empleo.
No hay excusas ya para iniciar una subida en los salarios porque la salida de la crisis no puede hacerse a costa de perpetuar la precariedad, la falta de derechos ni la explotación. Y en Navarra podemos influir, y desde luego dar ejemplo, poniendo en valor la negociación colectiva y la concertación pero también exigiendo al Gobierno que no sea cooperador de la precariedad con sus licitaciones míseras que repercuten en salarios igual de míseros y en recortes de derechos a los trabajadores.
INFRAESTRUCTURAS
La creación de empleo está vinculada a muchos factores. Uno de ellos es sin duda las infraestructuras. Si una zona queda aislada, desconectada, se descuelga, entonces se quiebra la cohesión social pero también se genera una Navarra invertebrada. Que es la que tenemos ahora y en buena medida pasa por esto.
El acceso a infraestructuras (ya sean vías de alta capacidad o vuelos) y también el acceso a suministros básicos (agua) pueden marcan decisiones a la hora de que las empresas se instalen en un lugar u otro, igual que otros elementos, como el apoyo institucional, el nivel o perfil de la formación, o la confianza en el futuro y en las posibilidades de esa zona. Las empresas necesitan certidumbres y seguridad.
He citado anteriormente la industria agroalimentaria como uno de los puntales. Pues bien, sin el Canal de Navarra, le estamos restando posibilidades de crecimiento a la ribera.
Pero no solo a este sector agroalimentario, toda la industria necesita abastecimiento suficiente de agua, también el sector primario, para quienes el agua es un elemento básico en su actividad. Por tanto, que la Ribera cuente con agua de calidad es imprescindible y urgente.
UPN primero y los remilgos de este Gobierno después han frenado el desarrollo de la segunda fase del Canal de Navarra y hemos perdido tiempo. Por eso, apelamos al acuerdo entre gobiernos en el marco de Canasa para afrontar con agilidad esa segunda fase. Nos alegra el acuerdo recientemente alcanzado y esperamos que esa sea la senda futura de trabajo.
Además, como ha quedado acreditado por parte del estudio del Gobierno, no hay otra alternativa viable para llevar agua a la Ribera, así que quienes siempre se han opuesto a este tipo de infraestructuras han perdido la batalla, otra más.
Otra infraestructura necesaria es el Tren de Altas Prestaciones. La Ribera asiste con el mismo asombro que el resto a un sainete entre gobiernos.
Por tanto, lamentamos la actitud de los dos gobierno, , el de España y el de Navarra, porque no han estado a la altura de lo que se espera de gobernantes serios y responsables que anteponen el interés general a sus cálculos partidistas y que responden al conjunto de la ciudadanía y no a pagar peajes a cambio de apoyos para mantener el sillón.
Un convenio, permitiría a Navarra ser parte de las decisiones. Y una de las decisiones por ejemplo podría ser determinar que el tren tenga parada en el ámbito de la ribera y dónde se sitúa esa parada. Y también permitiría agilizar las obras, como lo está haciendo el País Vasco, y esas obras seguro que iban a suponer creación de puestos de trabajo, también en la Ribera.
En definitiva, demasiadas ventajas como para haber dejado escapar la oportunidad. Otra vez por los de la oposición al gobierno dentro del gobierno.
Y también tenemos en mente aquel acto de la Presidenta en Tudela anunciando las bondades que iba a suponer el llamado Puerto Seco, pero a día de hoy, año y medio después, no se han cumplido los compromisos ni de lejos. Compromisos de creación de 20 puestos de trabajo y de un movimiento mínimo de 9.000 contenedores que llegarían al Puerto de Bilbao. Ya veremos, esperemos que sí, pero todavía queda mucho.
Por supuesto, necesitamos urgentemente mejorar las carreteras, ayer mismo interpelamos al Gobierno al respecto, porque tenemos puntos que son auténticos peligros para la seguridad y sigue estando pendiente una solución justa para que la Ribera tenga una vía de alta capacidad sin peajes o sin coste adicional al que ya pagamos como el resto de contribuyentes navarros.
Por lo tanto, muchos asuntos pendientes en materia de infraestructuras y suministros que, desgraciadamente no tienen visos de resolverse con celeridad, pero solo de esa manera tendremos una buena base para atraer la implantación de empresas y por lo tanto la creación de empleo.
EDUCACIÓN
Decía que uno de esos elementos importantes es la formación. Qué duda cabe que el empleo de calidad pasa por la cualificación, si bien ahora mismo tenemos a mucha gente cualificada trabajando muy por debajo de sus competencias. En todo caso, sin una buena formación, las posibilidades se reducen.
Por eso llevamos tiempo insistiendo en la necesidad de que el Gobierno impulse la Educación Pública de calidad en la Ribera. Esa que es garante de la igualdad de oportunidades y que ahora mismo acoge a la gran mayoría del alumnado en dificultad pero sigue sin contar con recursos suficientes para atender la diversidad.
Además, con el agravante de que en Tudela, que es donde existen fundamentalmente centros concertados, el Gobierno prefiere abrir líneas en la escuela privada que apostar por la pública, incluso existiendo demanda. Algo incomprensible y que seguiremos denunciando, lo mismo que la necesidad de cambiar los criterios y herramientas para la admisión del alumnado y la apuesta decidida por el campus de la UPNA de Tudela.
SANIDAD
La situación de la atención sanitaria en la ribera es la consecuencia de años de falta de inversión e incluso podríamos decir de interés.
Tenemos un hospital comarcal que atiende a cerca de 100.000 personas con más de 30 años que no ha sido desarrollado en todo su potencial. Todavía tenemos una planta sin habilitar que podría contener un servicio de Cuidados intermedios de hospitalización tanto para medicina general como de salud mental.
El hospital requiere fortalecer sus recursos humanos, sin los cuales es imposible pretender lograr una asistencia de calidad o reducir las importantes listas de espera que acumula.
Tenemos una queja constante en la población que es la atención pediátrica. Hay algún municipio que está llevando a cabo una recogida de firmas. No parece razonable que en urgencias hospitalarias no haya una atención pediátrica los 365 días y las 24 horas del día atendida por profesionales de la pediatría.
Y esto pasa por apostar por el personal, esto pasa por mejorar sus condiciones de trabajo, por hacer más atractivo el hospital y por ampliar las ofertas públicas de empleo.
Son necesarias mejoras en el ámbito ambulatorio, cirugía de corta estancia, hospitalización oncológica de día, etc y aquí es de nuevo donde el hospital presenta mayores deficiencias.
Por no hablar el problema de equipamiento que existe, gran parte de él obsoleto o fuera de su vida útil tras años de falta de inversión.
Podríamos también hacer un repaso por la falta de inversión en algunos de los centros de salud de la zona y pongo por ejemplo el de Santa Ana.
Y por no alargarme más en este capítulo la discriminación que sentimos cuando vemos que en Pamplona, estamos ya en la segunda vuelta del cribado de cáncer de colon y a alguna zona de la ribera todavía ni ha llegado.
SITUACIÓN SOCIAL
La actividad económica y la situación del empleo marcan en gran medida la situación social de la población. Y lo cierto es que, como decía antes, con la crisis, la Ribera ha quedado como la zona más desfavorecida, lo cual a su vez conlleva mayor riesgo de pobreza y exclusión y menor nivel de renta.
Según el informe de CCOO, la renta anual media de una persona que vive en la Ribera es de 10.228 euros, mientras que la media de Navarra es de 12.030.
Sumamos a este dato que 1 de cada 3 personas están por debajo del umbral de la pobreza, casi 10 puntos por encima del conjunto de Navarra.
Esto debería llevar al Gobierno a una reflexión seria. Porque los socialistas siempre hemos dicho que la renta garantizada tiene que ir vinculada al empleo, a los itinerarios personalizados, al acompañamiento personal, y no debe ser un mera transferencia bancaria.
Aquí vemos con claridad la relación directa paro – pobreza – menor renta, y por decirlo de otro modo empleo – menos pobreza y más renta disponible. Por lo tanto blanco y en botella.
Esperamos que el reglamento de la ley de renta garantizada corrija el déficit de la ley y apueste de verdad por el vínculo entre dos patas renta y empleo que van intrínsecamente unidas.
Seguimos reclamando un nuevo modelo de financiación de los Servicios Sociales de Base. Si tenemos más población en situación de riesgo de exclusión resulta del todo lógico solicitar una mayor dotación recursos humanos y económicos.
Además, en la Ribera tenemos más porcentaje de población inmigrante que requiere de atención específica y este es un elemento más que sumar para pedir esa reforma y refuerzo de los Servicios Sociales.
Por supuesto, todo ello unido a políticas favorecedoras de la convivencia, integradoras de la diversidad.
También estaremos atentos a lo que plantee el Gobierno en torno al mapa local, para conocer no solo su propuesta sino cómo repercute en la zona y en la prestación de servicios, por ejemplo de las mancomunidades.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la Ribera es a día de hoy una zona de segunda en Navarra, o por lo menos gran parte de la población tiene ese sentimiento.
Ni podemos, ni debemos, ni desde luego nosotros queremos, dejar en la estacada a las 150.000 personas que viven en ella. Pero es que además son 150.000 personas que tienen el derecho a la igualdad de oportunidades como ciudadanos y ciudadanas que son de esta tierra, de Navarra.
Lamentablemente, UPN, que ha gobernado muchos años esta comunidad y ayuntamientos tan importantes como el de Tudela, no estuvieron a la altura y no apostaron por la Ribera. Ahora vienen a exigir lo que en décadas no han hecho. Cosa inexplicable y políticamente indefendible, porque si tan claro tienen ahora lo que es necesario e incluso urgente también lo tendrían entonces. Y no lo hicieron
Pero es que además, este Gobierno que se dice del cambio está centrándose mucho en determinadas zonas y en determinadas políticas, pero a la Ribera va de vez en cuando a hacerse la foto y el consiguiente anuncio para el titular del día, pero hechos pocos.
Y de los pocos hechos, muchos de ellos a instancias de otros partidos, como el socialista, o de otros gobiernos de cambio que sí están entendiendo de verdad lo que es el cambio.
Desde aquí, nuestro apoyo y compromiso con la Ribera, pero sobre todo con una Navarra cohesionada, más igualitaria y vertebrada.
Muchas gracias.