03 Jul 2017 DE REPENTE

CARLOS GIMENO (Parlamentario de Educación del PSN-PSOE) Diario de Navarra – La planificación debe ocupar un lugar determinante en la Educación. Justo lo contrario ocurre en la Educación de nuestra Comunidad, en la que cada día comprobamos que no se tienen previstas las actuaciones, que aquí vivimos más bien una sucesión de acontecimientos imprevistos que comienzan a generar determinada angustia en la Comunidad Educativa. El Departamento de Educación del Gobierno de Navarra se ha convertido en el Departamento de la última hora y de la improvisación. Y en el de cargar la responsabilidad sobre terceros para que a la Consejera no le salpique una mala gestión. Aunque eso no cuela, porque quien lidera asume las decisiones y tener que cambiar lo que no funcione. Y conviene además ejercitar la empatía. He aquí el relato de algunos claros ejemplos.

Lleva el Departamento un año para hacer un Calendario Evaluaciones a Centros con Programa British y a última hora se decide no evaluar a estos centros en inglés para no sobrecargarlos, aunque, curioso, los evalúa en castellano.

A día de hoy ni Ley Foral de Protección del Profesorado ni Campaña para dignificar la labor docente. Se hará a última hora. Esperemos que más pronto que tarde.

Ha tenido que suspenderse el proceso de admisión de las escuelas infantiles para el curso 2017/18 habilitando otro en Escuelas Infantiles, por la falta de previsión ante los cambios planteados. Deprisa y corriendo, en Pamplona al borde de San Fermín y en Tudela al borde de las fiestas de Santa Ana. Contribuyendo a la calidad educativa.

Realiza a última hora una convocatoria de subvenciones para la construcción, remodelación, ampliación y remodelación de centros de educación infantil de 0 a 3 años a la que solo pueden optar las administraciones locales con obras empezadas o los proyectos hechos. Sin determinar criterio de necesidad y con plazos surrealistas.

Resuelve la convocatoria de Becas el pasado 23 de Junio. O sea, que los alumnos que van a cursar primero de Grado en esta Comunidad se han matriculado sin conocer las condiciones ni los requisitos. ¿Se puede pedir más inseguridad jurídica?
Seguimos sin soluciones para la Jornada continua. El Departamento de Educación no quiere saber nada de la calidad, ni de la equidad ni de la igualdad de oportunidades.

Permite el adelanto de todos los exámenes de Secundaria de septiembre a junio, lo cual ha provocado una desorganización y una disminución de días lectivos sin justificación alguna.

Genera una verdadera tormenta producida tras dejar a 2.742 personas fuera de las listas, mostrando el carácter más vulnerable e indefenso del profesorado interino.

La gestión de la Educación Navarra no ha cambiado el rumbo desde que se inició la legislatura a pesar del cambio en la Consejería, ahora con la Señora Solana, que sigue la misma senda que su antecesor. Le hemos advertido de los preocupantes datos del Abandono Escolar desde que gestiona este Gobierno y lo que hace la Consejera, fundamentalmente, es desacreditar datos y minimizar los problemas exhibiendo de paso, eso sí, un preocupante desconocimiento de sus propios programas.

Ahora nos llega la cuestión del CAP, una cadena de torpezas, una antología de despropósitos, mala praxis, falta de previsión y mala valoración de los tiempos. Lo que existe en el momento actual en Navarra es Política Comunicativa en Educación pero no Política Educativa con previsión y planificación.

Estamos de acuerdo en que hay que pedir el Máster de Formación Pedagógica y Didáctica, pero no así, no con estas formas, sin trasparencia ni la suficiente publicidad. El problema es que vuelve la inseguridad jurídica.
Educación ha trasladado el anuncio con respecto a los contratos temporales de personal docente y asistencial para el curso para el curso 2017/18 y no se observa nada de aumentar sesiones de apoyo para el Programa de Aprendizaje de Inglés, obviando la apuesta por la Atención a la Diversidad en el mismo y asimismo los criterios de apoyo a la Educación Infantil permanecen inmóviles.
Es urgente, pues, que en Educación reflexionen sobre bienes intangibles educativos, aquellos que contribuyen enormemente al éxito educativo. No hay más que observar el último informe PISA y los resultados en Navarra. En una época de recortes extremos los resultados no se han resentido. Parece obvio que el prestigio de la institución, las relaciones con la Comunidad Educativa, la tranquilidad en los procesos educativos y el hecho de que estos sean claros y compartidos son valores fundamentales. En cambio, la inseguridad jurídica no es buena compañera a la hora de gestionar algo tan vital como es la Educación, que se parece cada vez más a un restaurante de comida rápida que visité en su día. Tenía una pizarra que rezaba la leyenda: “Aquí se da de comer de repente”. Pues así, de repente, se gestiona la Educación en Navarra.