30 Mar 2017 CHIVITE AFIRMA QUE LOS SÍMBOLOS DE NAVARRA REPRESENTAN A TODA LA CIUDADANÍA, SON INCLUYENTES Y FAVORECEN LA CONVIVENCIA PORQUE NO DISTINGUEN, NI SEÑALAN NI DIFERENCIAN

La portavoz parlamentaria del PSN-PSOE, María Chivite, afirma que los símbolos de Navarra representan a toda la ciudadanía, son incluyentes, no diferencian, ni preguntan a nadie por sus sentimientos ni ideología porque acogen a todas las personas de esta tierra. Lamenta que con la derogación de la Ley de Símbolos se genere inseguridad jurídica y además, el cuatripartito, con esta iniciativa no logra dar cobertura legal al objetivo que se planteaba que era que la ikurriña pudiera ondear en los Ayuntamientos. Chivite señala que el propio informe del Consejo de Navarra apunta en esa dirección, por lo que la derogación no solo no ampara el objetivo del nacionalismo vasco sino que además tiene un efecto negativo por la inseguridad jurídica que ahora se van a encontrar los entes locales.

La portavoz dice que este tema de los símbolos no es una prioridad de la ciudadanía pero sí es importante para el proyecto nacionalista vasco, que asienta su hoja de ruta en tres pilares: lengua, bandera y territorio. De momento, dice, el cuatripartito está actuando sobre el euskera y la bandera vasca para tratar de crear un imaginario colectivo de que Navarra es vasca, y así dar pasos después en lo territorial. Añade Chivite que cree que eso no va a pasar porque la mayoría social quiere que Navarra siga siendo una Comunidad Foral propia, un territorio diferenciado, y, por tanto, el nacionalismo vasco, que es minoritario, debe saber cuál es la realidad, y dejar de actuar en contra de ella.

Chivite señala que, si bien no se va a convencer al nacionalismo por la vía de las ideas políticas, sí que al menos debería hacer una reflexión desde la perspectiva de la convivencia. Los símbolos de Navarra incluyen, suman, no discriminan, acogen, enriquecen, hacen comunidad, hacen ciudadanía. Las políticas nacionalistas separan.

Los socialistas han reiterado que no se deben regular sentimientos, que forman parte de la intimidad de cada uno. Por tanto, el argumento de cómo se sientan algunos cabe para el ámbito privado pero no se deben hacer leyes para contemplar sentimientos. En todo caso, recuerdan, sucesivas encuestas han recogido que la mayoría de la ciudadanía se siente navarra.