14 Sep 2016 GIMENO CONSIDERA LOS CAMBIOS EN EDUCACIÓN UNA REPROBACIÓN DE LA NEFASTA GESTIÓN DEL DEPARTAMENTO

El portavoz socialista de Educación, Carlos Gimeno, ha respondido hoy al Consejero que desmantelar toda la cúpula de un departamento tiene mucha más transcendencia y significación política de lo que el Gobierno ha querido dar a entender, con “el silencio cómplice de todos los partidos que lo sustentan”. Ha afirmado que el cese de los directores generales de Educación evidencia claramente una reprobación de la nefasta política educativa desarrollada por el Ejecutivo y apoyada por el cuatripartito.
El portavoz socialista ha hablado de un año perdido que ha afectado gravemente a la educación pública navarra, y ha precisado que los cambios no responden a un problema de comunicación, como ha argumentado el Gobierno, sino una mala gestión de la política educativa.
Ha subrayado el incumplimiento del acuerdo programático para una educación pública, laica y euskaldun. “De estos tres propósitos sólo se ha cumplido el último, la discriminación positiva sobre el euskera, en detrimento de los intereses de la escuela pública y la educación en general, que tienen otras necesidades añadidas más urgentes”, ha declarado.
Ha responsabilizado al departamento de la insólita moratoria en la extensión del PAI y de actuar con impericia al mostrar una clara imagen de indefinición referente a la escolarización y al ingreso en el sistema educativo en la zona no vascófona, especialmente en la zona de Tudela.
Ha denunciado también otros incumplimientos como la financiación plurianual para la UPNA, la rebaja de las tasas universitarias, incremento de medios para los programas de atención a la diversidad o la escolarización equilibrada del alumnado.
El portavoz socialista ha calificado al consejero de Educación de instrumento obediente de las decisiones de la Presidenta, “la máxima responsable de todo esto”, y le ha recordado que también tiene fecha de caducidad, porque será cesado “cuando ya no le sirva de parapeto político”.
Gimeno ha terminado recordando al consejero que una cuestión básica en educación, para que un proyecto se vea como algo común y no ajeno, exige que las relaciones educativas de carácter lingüístico se consideren relaciones consensuales, que sean percibidas como justas y de interés común por los grupos que gobiernan pero fundamentalmente también para los que son gobernados. “Esa percepción hoy no existe, más bien al contrario”, ha indicado.



Abrir chat
1
Escanea el código
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?